Ante nuevas situaciones, los que deben afrontar el problema, analizarlo y tomar las mejores decisiones y a los cuales presuponíamos preparados para ello fracasan.
Fracasan por miedo a equivocarse en unos casos. En otros por mantener contentos a todos. Y casi siempre por mantener su "culo" a salvo.
Si el problema es que nos enfrentamos a una recesión, que va a sobrar mano de obra, que el dinero que anteriormente se genero y en teoría recaudo es un garante para mantener en lo indispensable el correcto funcionamiento estatal...pues la solución no es otra que llevar al estado a la misma situación crítica que la peor gestionada de las empresas privadas.
Hay mucha gente en el paro, muchas empresas cerrando y tenemos 2 vías, nuevas y temporales medidas, como dejar de presionar fiscalmente a empresas para que mantengan puestos de trabajo, destinar más dinero a investigación pasos que ya están inventados....pues hacemos lo contrario.
Mantenemos e incluso alargamos las prestaciones, de un sistema que incita a cobrar el paro integramente para no perder lo cotizado. Por supuesto sin el control mínimo necesario. Muchos de esos pobres parados--no me gusta generalizar-- emigran y continúan cobrando esa prestación, bien falsificando documentos o regresando una vez al mes a la república bananera de zapatero, cobrando y regresando a su trabajo en su país natal u otro.
Disminuimos el presupuesto para investigación y desarrollo, no hablemos de implementación....puesto que eso es un gasto estúpido, cuando de todos es bien sabido, o debiera, supone un paso decisivo para incrementar la maltrecha productividad.
No podía dejar pasar la mención al exceso de políticos y sus departamentos, duplicados unos, inútiles otros. Igualdad??vicepresidencias??...
Resulta que vistas las orejas al lobo....ahora la solución fácil para reducir el déficit es romper la cuerda por el lado más débil???? esperaremos acontecimientos.....
DESPIDOS INMINENTES Y PRIVATIZACIÓN ENCUBIERTA DE TRAGSA
Se ordena que el 50% de la actividad de Tragsa se subcontrate, los ministerios no dan un paso para firmar nuevos pliegos, los sindicatos no levantan mucho la voz no vaya a ser que les salpique la sangre, el futuro es más que incierto para miles de eventuales, no es mucho más alentador para otros cientos de fijos y sin embargo aquí no pasa nada; parecemos un rebaño que mansamente se dirige al matadero, ingenuo de su ya sabido destino.
¿Qué hacemos compañeros?; la verdad que la respuesta no es fácil; la liamos parda, hacemos parones, incluso huelga por defender una empresa pública de bien: no es mala idea; creéis que del 50% que se va a subcontratar la empresa privada va a asumir aquellos proyectos (o parte de los mismos) que aunque necesarios no son rentables financieramente; a priori, lo único para lo que servirá esta subcontratación será para debilitar más aún a la Transa, que se verá despojada de los trozos del pastel más apetecible haciéndola cada vez más deficitaria económicamente,, ahí entonces correremos serio peligro todos, eventuales y fijos; a costa claro de enriquecer aún más al intermediario, al empresario (viendo el panorama me reservo el derecho de ser empresario en un futuro).
Nos cruzamos de manos, nos encomendamos a la Santísima Trinidad, bueno y a San Judas Tadeo, y esperamos que el daño sea el menor posible y de suceder la tragedia, se hagan efectivos los servicios del matadero, esperamos a la resurrección y por la gracia de Santa Graña nuestro retorno a la empresa en el menor tiempo posible.
No tiene sentido que ante una política general de endeudamiento público para afrontar la crisis, allí donde la labor del gobierno haría más patente la conservación de puestos de empleo, en la empresa pública Tragsa, se aplique otro criterio. Somos una empresa pública, su objetivo no es sólo el beneficio financiero, el interés general está entre sus objetivos, y conservar miles de puestos de trabajo es sin duda interés general.
Nos movilizamos por aumentar el porcentaje de indefinidos en la empresa, y se consiguió un acuerdo, ¿no nos vamos a movilizar porque echen a nuestros compañeros, y a nosotros mismos?
Ánimo de espíritu.
¿Qué hacemos compañeros?; la verdad que la respuesta no es fácil; la liamos parda, hacemos parones, incluso huelga por defender una empresa pública de bien: no es mala idea; creéis que del 50% que se va a subcontratar la empresa privada va a asumir aquellos proyectos (o parte de los mismos) que aunque necesarios no son rentables financieramente; a priori, lo único para lo que servirá esta subcontratación será para debilitar más aún a la Transa, que se verá despojada de los trozos del pastel más apetecible haciéndola cada vez más deficitaria económicamente,, ahí entonces correremos serio peligro todos, eventuales y fijos; a costa claro de enriquecer aún más al intermediario, al empresario (viendo el panorama me reservo el derecho de ser empresario en un futuro).
Nos cruzamos de manos, nos encomendamos a la Santísima Trinidad, bueno y a San Judas Tadeo, y esperamos que el daño sea el menor posible y de suceder la tragedia, se hagan efectivos los servicios del matadero, esperamos a la resurrección y por la gracia de Santa Graña nuestro retorno a la empresa en el menor tiempo posible.
No tiene sentido que ante una política general de endeudamiento público para afrontar la crisis, allí donde la labor del gobierno haría más patente la conservación de puestos de empleo, en la empresa pública Tragsa, se aplique otro criterio. Somos una empresa pública, su objetivo no es sólo el beneficio financiero, el interés general está entre sus objetivos, y conservar miles de puestos de trabajo es sin duda interés general.
Nos movilizamos por aumentar el porcentaje de indefinidos en la empresa, y se consiguió un acuerdo, ¿no nos vamos a movilizar porque echen a nuestros compañeros, y a nosotros mismos?
Ánimo de espíritu.
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